Locomotora de vapor clase A4
La locomotora de vapor clase A4 - el prototipo:
La locomotora de vapor A4 de London and North Eastern Railway (LNER) es una de las locomotoras de vapor más reconocibles e icónicas jamás construidas. Desarrollado por el legendario ingeniero Sir Nigel Gresley en la década de 1930, el A4 era conocido por establecer récords de velocidad y ser un símbolo de la destreza de la industria ferroviaria británica. Gresley se inspiró para el diseño aerodinámico, entre otras cosas, de las unidades múltiples diésel "Flying Hamburger" de la Deutsche Reichsbahn.
Las locomotoras de la serie A4 se desarrollaron especialmente para su uso en el tráfico de alta velocidad y representaron un logro técnico notable. Presentaban un capó aerodinámico que reducía la resistencia y maximizaba el rendimiento de la locomotora. Seis ruedas motrices grandes aseguraron una velocidad alta y constante en las vías, los ejes adicionales aumentaron la estabilidad. El A4 presentaba una poderosa caldera de vapor que producía suficiente vapor para alcanzar altas velocidades. Detrás de la locomotora se utilizaron varios ténderes con y sin pasillo.
Las locomotoras de vapor A4 se utilizaron principalmente para servicios de larga distancia, tirando de trenes como el "Flying Scotsman" y el "Silver Jubilee" en las rutas desde Londres hacia el centro de Inglaterra y especialmente Escocia. Conocidos por su comodidad y fiabilidad, fueron muy apreciados por los pasajeros. Las locomotoras A4 encarnaron el orgullo y la elegancia de la herencia ferroviaria británica.
Desafortunadamente, la introducción de las locomotoras diesel y luego de las locomotoras eléctricas marcó el final de la era de las locomotoras de vapor. En la década de 1960, las locomotoras A4 fueron eliminadas gradualmente y reemplazadas por locomotoras más modernas. No obstante, la locomotora de vapor A4 sigue siendo un notable ejemplo de brillantez técnica y eficiencia.
La locomotora de vapor más rápida del mundo
Una de las locomotoras A4 más famosas fue la "Mallard". El 3 de julio de 1938, el Mallard rompió el récord de velocidad de una locomotora de vapor al alcanzar una velocidad máxima de 202,8 km/h (126 mph). Este récord sigue en pie hoy y muestra el rendimiento excepcional del A4.
En la actualidad quedan seis locomotoras de vapor A4, incluida la Mallard, que se ha trasladado al Museo Nacional del Ferrocarril en York, Inglaterra. Sirve como un monumento a la edad de oro de las locomotoras de vapor y un recordatorio del trabajo pionero de Sir Nigel Gresley y su equipo. En eventos seleccionados, más recientemente la Gran Reunión de todos los A4 sobrevivientes en York en 2013, algunas de las locomotoras existentes aún se están poniendo en funcionamiento.
La locomotora de vapor LNER A4 siempre tendrá un lugar especial en la historia de los ferrocarriles. Su elegancia, velocidad y sofisticación técnica la han convertido en un símbolo legendario de los ferrocarriles británicos.